Historia del Senado
En España, el Estatuto Real de 1834 estableció unas Cortes Bicamerales, con una
Cámara Alta, llamada Estamento de Próceres y una Cámara Baja, llamada Estamento
de Procuradores. Se optó por la doble
cámara de representación teniendo la vista puesta en el tipo de parlamento que
había en el Reino Unido, en el que por un lado estaban los representantes
políticos elegidos democráticamente (la Cámara de los Comunes) y por otro
la compuesta por miembros de la aristocracia y la clase alta
británica (la Cámara de los Lores).
Eso es lo que llevó a que, al lugar
en el que se reunirían los nobles e insignes hombres del país, se le llamase en
un principio (1834) ‘Estamento de Próceres’o ‘Próceres del
Reino’ y a partir de 1836 Cámara Alta o Senado. Y ahí es donde se
encuentra la razón del porqué se le llama de ese modo, ya que en su origen
dichos Senadores pertenecían a la aristocracia y burguesía española,
mientras que los diputados eran representantes del pueblo y, por lo tanto, de
una clase más baja que los Senadores.
Con la Constitución de 1837 la
Cámara Alta adoptó el nombre de Senado y la Cámara Baja el de Congreso de los
Diputados, posteriormente, el Senado desapareció durante la dictadura de Primo
de Rivera, la Segunda República y el Franquismo y se recuperó mediante la Ley
de Reforma Política. La Constitución de
1978 recuperó la Cámara Alta, pero con un papel muy distinto.
El Senado en la actualidad
Según la Constitución española de 1978, en el Título
III De las Cortes Generales, Capítulo primero De las Cámaras, Artículo 66, apartado 1, dice: “Las Cortes
Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los
Diputados y el Senado”
El Artículo 69 establece que el Senado es la Cámara de representación
territorial. En cada provincia se elegirán cuatro Senadores por sufragio
universal, libre, igual, directo y secreto por los votantes de cada una de
ellas, en las provincias insulares, cada isla o agrupación de ellas, con
Cabildo o Consejo Insular, constituirá una circunscripción a efectos de
elección de Senadores, correspondiendo tres a cada una de las islas mayores
-Gran Canaria, Mallorca y Tenerife- y uno a cada una de las siguientes islas o
agrupaciones: Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro,
Lanzarote y La Palma. Las poblaciones de Ceuta y Melilla elegirán cada una de
ellas dos Senadores. Las Comunidades Autónomas designarán además un Senador y
otro más por cada millón de habitantes de su respectivo territorio. El Senado
es elegido por cuatro años.
El Congreso de los Diputados y el
Senado participan en el procedimiento de aprobación de las Leyes del Estado. La
tramitación parlamentaria se inicia, habitualmente, en el Congreso y el Senado debe deliberar sobre los textos
aprobados en un plazo acotado, en este periodo, puede oponer su veto o introducir enmiendas a los textos
legislativos. Al mismo tiempo, el Senado tiene competencias para supervisar, fiscalizar y criticar la
actuación del Gobierno, mediante preguntas, interpelaciones, mociones, petición
de informes y comparecencias. Además, el Senado elige magistrados del
Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, el Defensor del
Pueblo, Concejeros del Tribunal de Cuentas, etc.
El Palacio del Senado
En el edificio del siglo XVI se encontraba ubicado el antiguo Colegio de
la Encarnación, de religiosos agustinos calzados y que formaba parte del
complejo del Real Monasterio de la Encarnación. Este edificio fue fundado por
doña María de Córdoba y Aragón, dama de la reina Ana e hija de Álvaro de
Córdoba, que era el caballerizo mayor de Felipe II. Posteriormente, el colegio
se completó en 1599 con una iglesia para la que se encargó a El Greco un
retablo sobre la Anunciación.
En
este edificio tuvo su sede las Cortes de Cádiz en 1814.
La
adaptación de la iglesia a salón de sesiones, por González de Velázquez, dejó
un salón neoclásico, de forma oval, con un techo más bajo que el de la iglesia
gracias a una cubierta pintada al trampantojo, decorada con motivos
arquitectónicos. No se pudo recuperar el retablo de El Greco, ya que fue
dividido y repartido por toda España.
Nada más entrar al salón, nos viene
a la mente el Parlamento inglés, en el que las bancadas están enfrentadas, de
terciopelo rojo para la oposición y azul para el Gobierno, este último color se
tapiza a la derecha o a la izquierda en función de la ideología de quien
ostenta el poner, una costumbre el sistema canovista.
El Palacio conserva una interesante
colección de obras de arte, entre las que destacan varias pinturas historicistas del siglo XIX, entre otras:
El acta de la sesión anterior: Salón de sesiones del Senado (1906), Apertura de
las Cortes en el año 1919, ambas de Asterio Mañanos, Coronación de D. Manuel J.
Quintana (1859) de Luis López Piquer, La rendición de Granada (1882) de
Francisco Pradilla, Jura del Rey Alfonso VI en Santa Gadea (1864) de Marcos
Hiráldez.
El magnífico edificio junto a sus
innumerables obras de arte y su histórico salón de sesiones, suman un valor
artístico que, de hecho, lo convierten en un museo del arte español de los
siglos XIX y XX, visitado por 25.000 personas cada año.
A finales del siglo XX se efectuó
una ampliación en un edificio anexo, cuya fachada da a la calle Bailén, con
forma semicircular.
La
Biblioteca del Senado
La Biblioteca del Senado, es la otra joya del edificio,
construida en 1882, por Emilio Rodríguez Ayuso, en estilo neogótico inglés,
sobre el claustro pequeño del antiguo convento. El arquitecto se inspiró para
proyectarla en la fachada del Parlamento británico. Construida en su totalidad
en hierro forjado en los talleres de Bernardo Asins, tiene dos alturas
comunicadas en las esquinas con escaleras de caracol que se ocultan a la vista.
Sus fondos están compuestos por 125.000 volúmenes obtenidos de entre 1834-1923,
que son los más importantes, y 187.000 que se incorporaron entre 1977-2013.
Entre sus tesoros destacan, entre otros, la edición príncipe de la Constitución
de Cádiz impresa y una Constitución de 1931 firmada por Alcalá Zamora, Julián
Besteiro y Manuel Azaña.
El nuevo salón de Sesiones
El
21 de mayo de 2019 tuve el enorme honor de prometer la Constitución como Senador de
las Cortes Generales del Reino de España, lo que conlleva una gran
responsabilidad, que espero desempeñar con ilusión, entrega, dedicación,
voluntad de dialogo y, por supuesto, ayudar en todo lo que pueda a mi país, mi
provincia y mi querido pueblo.
También quiero aprovechar la
oportunidad que ofrece el Libro de Feria, para desearles a todos mis paisanos
perabeños una feliz Feria 2019.
Senador Alfonso
Muñoz Cuenca
No hay comentarios:
Publicar un comentario