1. Reducir la precariedad y el desempleo
Se trata de una reforma laboral ambiciosa, que permitirá abordar y atajar los dos principales males de nuestro mercado de trabajo: la precariedad y el alto desempleo.
Hasta ahora, un tercio de las relaciones laborales dura 5 días o menos, es por ello que una de las primeras medidas será la penalización de la contratación de corta duración y se incentivará la contratación indefinida y el empleo estable.
2. Potenciar la contratación indefinida frente a la temporalidad
El nuevo marco laboral reducirá el número de tipos de contrato, generaliza el contrato indefinido, limita la contratación temporal (máximo de tres meses por año) y fomenta el contrato fijo discontinuo.
3. Recuperación de la negociación colectiva
Otra medida conseguida con la nueva reforma laboral es la recuperación de la negociación colectiva, situándola en el corazón del nuevo modelo de relaciones laborales. Se aumentan los derechos de los empleados y empleadas. Recuperamos la prevalencia del convenio sectorial frente al convenio de empresa. El convenio de empresa solo podrá aplicarse si determina mejores condiciones salariales que el sectorial que resulte de aplicación.
4. Ultraactividad indefinida
De esta manera, cumplimos con los trabajadores y las trabajadoras al reforzar la negociación colectiva, reestableciendo el equilibrio entre la empresa y el personal asalariado. El nuevo marco laboral recupera la ultraactividad indefinida: los convenios se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos sin límite temporal. Se incrementan además las sanciones por contratación irregular.
5. Formación para trabajadores y trabajadoras
Se impulsa la formación de las personas trabajadoras, ofreciendo dos tipos de contrato: el de formación en alternancia, que combinará trabajo y formación, y el de adquisición de la práctica profesional.
El primero, el contrato de formación en alternancia, se limitará a una edad máxima de 30 años y en el desarrollo del mismo los trabajadores y las trabajadoras contarán con un tutor que les guíe en la adquisición de nuevos conocimientos para el correcto desarrollo de su actividad laboral.
Para el segundo, el contrato de obtención de práctica profesional, se diferenciará según el sector y el convenio colectivo que lo rige, determinando de forma específica qué puestos de trabajo, actividades, niveles o grupos profesionales pueden estar sujetos a este tipo de contrato. Este contrato irá ligado al nivel de estudios de la persona trabajadora y tendrá una duración mínima de seis meses y un máximo de 12, es decir, de un año de actividad.
6. Mecanismos de flexibilidad interna que sustituyan el despido
Otro de los objetivos perseguidos con esta reforma ha sido el de poner freno a los despidos y proteger el tejido productivo. Los ERTE han sido una de las grandes palancas de la gestión de la crisis sanitaria. Han demostrado ser un caso de éxito en cuanto a la protección del empleo, permitiendo preservar el empleo de 3,4 millones de trabajadores y trabajadoras en lo peor de la pandemia. Es por esta razón de éxito que, en el nuevo marco laboral, se perfecciona e incentiva su uso. Se regula un nuevo instrumento, el Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo. Será la alternativa al despido, como forma de flexibilidad interna de las empresas. Además, se van a impedir los ERE en las administraciones públicas.
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